La dura rutina del Talibán Ortográfico

Alguien ha hecho una pintada en el portal del nuevo piso de Iñaki. Cada mañana al levantarnos y cada tarde al volver a casa, el terrorífico mensaje se nos clava en las pupilas y en el cerebro sin que quepa siquiera la esperanza de que alguien del ayuntamiento venga a destruir el cristal mancillado. No en un plazo previsible, por lo menos.

Tras mucho debatirme entre arrancarme los ojos o comprar un spray para corregir la aberración, he tomado una decisión: en nuestro bloque vive un chico encantador llamado Tiago, y su novia, locamente enamorada, olvidó añadir la correspondiente coma al omitir el verbo de su mensaje (cosas de la edad y las hormonas). Sigue siendo una errata… pero con esta es más fácil convivir cada día. Y si la repites el número suficiente de veces, dejan de dolerte los ojos. Incluso empiezas a entrever una coma, camuflada cual cara de Belmez, entre los reflejos: «Por Tiago, lo que sea».

4 comentarios sobre “La dura rutina del Talibán Ortográfico

  1. Hace poco un chaval de prácticas que tengo en la empresa me rellenó una hoja sobre las incidencias encontradas en un ordenador para reparar y me puso:

    Habeces arranca aveces no

    Con dos cojones xD Y otro compañero, que siempre pone las terminaciones -aba con v. Vale que hablamos catalán y castellano, y puede ser confuso a veces, pero es que incluso se lo dije y empezó a escribir bien durante dos días y luego otra vez, todos los -aba con V. Vaya generaciones que están subiendo…

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