Patxi López no sería un buen lehendakari

151_1734O tal vez sí, tal vez es lo suficientemente listo, y yo estoy totalmente equivocado. Ya me lo diréis.

El Partido Socialista de Euskadi lleva una clara tendencia al alza en las últimas elecciones debido, en gran parte, al desencanto creciente que provocan los de siempre en el electorado. Es razonable pensar que esto seguirá así, y que en las próximas elecciones autonómicas nos encontraremos ante dos posibles escenarios: que ganen las elecciones —que ganen de verdad, con el sentido estricto de la expresión, no con el sentido político que le suelen dar los partidos…—, o que tengan opciones de gobernar. El primer escenario lo veo todavía poco probable.

Tal y como yo lo veo, con bastante probabilidad se dará el segundo escenario antes mencionado: el PSE tendrá opciones de gobernar si sabe jugar sus cartas. Donde pone «sus cartas», léase «con posibles pactos» y tendrá el sentido completo. Aquí es donde entra el tío Pepe; Pepe Blanco, me refiero, no el vino. Y es que Blanco ha dicho que asumirá los acuerdos postelectorales de Patxi López. Para más señas, ha añadido que «lo que hagan los socialistas vascos al día siguiente a las elecciones le corresponderá decidirlo a los socialistas vascos. No seré yo quien diga lo que tendrán que hacer el día después».

Entonces, ¿por qué digo que Patxi López no sería un buen lehendakari? Obviamente, después de lo sucedido en Navarra en las últimas elecciones, esto me suena a cuerno quemado. Me da que pensar, y según mi punto de vista sólo existen dos opciones posibles.

La primera es que Pepe Blanco mienta descaradamente, como ya hizo con Navarra. Hace el paripé de cara a la galería y luego hará y obligará a hacer lo que mejor le convenga al PSOE de Madrid. En ese caso, Patxi López vive engañado, y no será nunca lehendakari.

La segunda opción pasa por que Pepe Blanco diga la verdad; pero no porque Blanco respete lo que hagan los socialistas vascos, sino porque los socialistas vascos respetarán lo que diga él. Si Blanco dice la verdad es porque tiene a López comiendo de su mano, y sabe que no hará nada que le parezca mal a él. Por eso, digo que Patxi López sería un mal lehendakari.