Discos duros con sectores defectuosos

Recientemente he tenido diversas aventuras y desventuras (más de lo segundo) con un disco duro (con Windows, aunque en principio da igual) que fallaba debido a sectores defectuosos. Costó lo suyo, pero finalmente salí airoso y desfice el entuerto. Para el que le pueda servir —y también a modo de apuntes para mí mismo—, dejo aquí plasmado lo que he aprendido al respecto.

Diagnóstico

¿Doctor, qué le sucede a mi PC? El síntoma más claro de que nuestro disco duro pudiere albergar sectores defectuosos es que todo va bien en apariencia, pero observamos mucha lentitud en determinadas acciones. ¡Ojo! No confundir con la tontería creciente que va acumulando Windows con el paso del tiempo, no… Me refiero a LLLLLLEEEEEEEEEEENNNNTTTIIITTTTTUUUUUUUUUUUUDDDD (el ordenador puede llegar a quedarse parado), y además en puntos concretos: al abrir un archivo, al iniciar el PC, etc.

¿Y si tiene sectores defectuosos, es grave? Depende; para empezar del número de defectos, y, por último, del tipo de estos. Existen dos tipos: sectores mal magnetizados y defectos materiales del disco. Los primeros se pueden arreglar fácilmente con el software adecuado. Los segundos no tienen remedio, pero si no son demasiados podremos seguir utilizando el disco sin problemas tras realizar unos apaños. ¿Por qué se produce esto? Generalmente por tratar el PC con cariño a hostia limpia. Lo malo que tienen los defectos materiales es que, si son muchos, pueden indicar que el deterioro del disco va in crescendo. Por lo tanto, más nos vale comprar otro (y cuidarlo mejor). En cualquier caso, y dejando aparte el disco, lo peor que nos puede pasar es que perdamos algún archivo.

Ya nos hemos mentalizado. ¿Por dónde empezamos?

Antes que nada, recomiendo bajar un LiveCD que os puede sacar de más de un apuro y más de dos, y que contiene la mayoría de las herramientas que os voy a recomendar. Se trata del Hiren’s BootCD.

Lo primero que hay que hacer cuando Windows empieza a tambalearse es ejecutar el CHKDSK (el que por allí por Windows 98 se llamaba SCANDISK). En mi caso, había un problema: Windows no llegaba a iniciarse, y sin Smint no hay beso. Esto significaba que los sectores defectuosos se encontraban al principio del disco: mal rollo… Así que nada, metemos el LiveCD, arrancamos, y ejecutamos una herramienta llamada NTFS Dos Pro, que lo primero que hace es ejecutar CHKDSK. En este punto ya confirmé que había sectores defectuosos, pero como la herramienta en cuestión es estúpida, no hace nada con ellos.

Una vez confirmado el diagnóstico, lo primero es utilizar la excelente herramienta llamada HDD Regenerator (en el mismo CD mientras no diga lo contrario). Es un programa bastante lento, todo hay que decirlo, pero con la peculiaridad de que repara los sectores defectuosos debidos a errores magnéticos sin pérdida de datos. Si hace bien su trabajo, solucionado. Como mucho, tendréis que volver a copiar los archivos del sistema de Windows si no carga porque estaban dañados, y el PC como nuevo.

Los sectores están materialmente dañados

Todavía no está todo perdido (ni lo estará). El programa Seagate Seatools Graphical es capaz de encontrar los sectores defectuosos y marcarlos, haciendo una lista con ellos. Así, el sistema operativo los ignora, y es como si no existieran, como si tuviéramos un disco duro un pelín más pequeño. Vale, perfecto. Tras esto, como en el apartado anterior, el disco como nuevo.

Son demasiados sectores y la cosa va a más

El disco duro está en las últimas. Pobrecillo. Habrá que copiar todo a un disco nuevo y corregir allí los errores. Tenéis diversas herramientas en el CD que seguro funcionarán muy bien (como Norton Ghost, Acronis True Image, etc.), sin embargo, al ser un sistema de ficheros NTFS, acudí a una herramienta específica: ntfsclone. Os recomiendo para ello el SystemRescueCd, un LiveCD de Linux que contiene todas las herramientas más importantes de Linux para la recuperación de nuestro sistema.

Conectamos el disco duro nuevo vacío (como esclavo, por USB, o como queráis), iniciamos y ejecutamos lo siguiente:

[code lang=»plain»]ntfsclone –rescue /dev/hda1 –overwrite /dev/hdd1
dd if=/dev/hda of=/dev/hdd bs=446 count=1[/code]

La primera sentencia clona la partición NTFS dañada (hda1) al nuevo disco (hdd) ignorando los errores de lectura debido a los sectores dañados. La segunda, copia el MBR, para que podamos arrancar desde el nuevo disco. Ahora no recuerdo si es necesario poner el flag de boot en la partición del nuevo disco, pero eso es fácil con cualquier editor de particiones (recomiendo Gparted, del LiveCD de Linux).

¿Ya está?

No. Ahora viene lo bueno: tenemos un disco sin daños, pero con supuestos sectores dañados marcados gracias al punto 3. Hemos clonado el disco, para lo bueno y para lo malo. Si queremos redimensionar la partición, por ejemplo, no nos dejará debido a esto. ¡Pero sabemos que no están realmente dañados! ¿Cómo los desmarcamos? Esto no es tan fácil. Al parecer Windows Vista trae un CHKDSK con una opción /b que vuelve a repasar los sectores marcados para ver si realmente están dañados, pero, obviamente, no merece la pena instalar ESO… La solución la encontré en el LiveCD de Linux que os acabo de recomendar (por esta razón recomiendo ese y no otro), pues es de los pocos que he visto con el programa que necesitamos: ntfstruncate.

Primero ejecutamos lo siguiente (sustituimos <partition> por nuestra partición):

[code lang=»plain»]ntfsinfo -i 8 <partition>[/code]

Esto nos da una información de salida. De ella, bajo el título “Dumping attribute $DATA (0×80)”, tenemos que buscar el apartado que dice “Allocated size” y copiar el valor que aparece a la derecha. Ahora:

[code lang=»plain»]ntfstruncate <partition> 8 0x80 ‘$Bad’ 0
ntfstruncate <partition> 8 0x80 ‘$Bad’ <ntfs_size>[/code]

Donde <ntfs_size> es el número que hemos copiado antes. Ya está. De esta manera, hemos eliminado la lista de sectores defectuosos que habíamos mencionado más arriba. Sólo queda ejecutar el CHKDSK de Windows para que arregle algún índice y como nuevo.

Más chistes de telecos

Después del chiste del otro día (marca de la UPNA), os traigo una selección de los que circulan por ahí. Esta vez hay de todo y los ordeno de 0 a 6 (de no-lo-entiende-cualquiera a lo-entiende-todo-el-mundo ;-) ).

Nivel 0:

—¿Cómo se ríe un servidor?
¡ACK! ¡ACK! ¡ACK!

Nivel 1:

—¿Por qué hay tantos huecos en el parking de la Escuela?
—Porque es una zona P.

Nivel 2:

Una EPROM le dice a otra:

—Huy, qué morenita te veo, ¿has tomado el sol?
—No sé, no me acuerdo…

Nivel 3:

—¿Qué le dice una resistencia a otra?
—Oye, esto que nos pasa… ¿es corriente?

Nivel 4:

Un teleco estaba reunido con sus colegas tomando un café y les comenta:

Teleco: Anoche conocí a una rubia espectacular en un pub.
Amigos: ¡Guaaaauuu!
Teleco: Entonces la invité a ir a tomar una copa en casa… ¡y ella aceptó!
Amigos: ¡Guaaaaaaauuuuuuu!
Teleco: Bebimos un par de tragos y comencé a besarla.
Amigos: ¡Guaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuu!
Teleco: ¡Ah!, por increíble que parezca, la rubia me dijo: «Quítate toda la ropa YA».
Amigos: ¡Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
Teleco: Entonces me quité la ropa, la agarré y la desnudé completamente, la tiré sobre la mesa donde tenía mi nuevo portátil…
Amigos: ¡¿En serio?!, ¡¡tienes un nuevo portátil!!… y… cuenta, cuenta, ¿qué procesador tiene?, ¿de cuánto es el disco duro?, ¿cuánto tiene de memoria?, ¿tiene Linux?

Nivel 5:

Un físico, un matemático, un químico y un teleco están discutiendo en una cafetería:

Físico: Está claro que Dios fue físico. Todo se basa en las leyes generales de la física: la de la relatividad, la ley de la gravitación universal…
Matemático: Ni de coña, Dios fue matemático. Las matemáticas están detrás de todo lo que veis e imagináis. Sin matemáticas, nada tiene sentido.
Químico: Que no, que no, que estáis equivocados. Dios fue químico, no puede ser casualidad que toda la vida esté hecha a partir del carbono.

En esto que dejan de discutir, miran al teleco y le dicen mientras se ríen de él:

Físico: Ahora dirás que Dios fue teleco, ¿no?
Teleco: No, pero lo intentó.

Sólo para los elegidos

Este es un pequeño chiste de ingenieros para ingenieros (de teleco) que me han contado esta mañana. Sí, es muy friki, pero es demasiado bueno malo para no ponerlo. La mayoría de vosotros no os enteraréis ni de media, pero seguro que algunos pocos, como el tío Rinze, se estarán partiendo el ojete de aquí a un momento. Ahí va:

¿Con qué frecuencia bate el Colacao un teleco?

Al doble de la frecuencia de Nesquik.

Los DNS de Telefónica ya son seguros

Ya «llueve» menos. Parece que en Telefónica se han puesto las pilas por fin y ya han parcheado la mayor parte de los servidores DNS. Al menos los más usados son seguros (los que suelen venir por defecto en los routers). Así que, si lo deseáis, ya podéis volver a la configuración anterior y dejar de utilizar OpenDNS.

Para ello, seguid las instrucciones que ya publicamos en este blog y, en lugar de las IP de OpenDNS (recordad: 208.67.222.222 y 208.67.220.220), ahora deberéis poner la IP de vuestro router (típicamente 192.168.1.1) en el campo Servidor DNS preferido (hablo de Windows). De esa manera, será vuestro router el encargado de redirigir las peticiones DNS a los servidores preconfigurados por vuestro proveedor.

Los de otras compañías, seguid alerta. Sobre todo los de Orange, puesto que parece que tiene todavía varios servidores vulnerables. De todas formas, recordad que podéis seguir la evolución de los DNS de las distintas compañías en el Analizador de DNS de BandaAncha. Esta lista contiene datos que se actualizan con frecuencia.

Detalles (resumiendo)

Dicho de otra forma:

Antes del ataque: Un CHICO MALO tiene una posibilidad entre sesenta y cinco mil de robarte la conexión a Internet, pero sólo lo puede intentar una vez cada dos horas.

Después del ataque: Un CHICO MALO tiene una posibilidad entre sesenta y cinco mil de robarte la conexión a Internet, y lo puede intentar un par de miles de veces cada segundo.

Después del parche: Un CHICO MALO tiene una posibilidad entre un par de cientos de millones, o incluso entre un par de miles de millones, de robarte la conexión a Internet. Todavía puede intentarlo un par de miles de veces por segundo, pero va a hacer demasiado ruido.

Autor: Dan Kaminsky
Fecha original: 26 de Julio de 2008
Enlace original