Siglas y catálogos musicales

Algunos os preguntaréis por qué van apareciendo distintas siglas y números en las entradas sobre música, sin demasiada lógica aparente. Se trata siempre de métodos para clasificar y diferenciar las piezas musicales: las siglas nos remiten a cierto catálogo, dentro del cual, esa obra ocupa el lugar que nos indica el número. Lo más habitual es especificar el opus (Op.) de la obra, pero existen multitud de catálogos, la mayoría del siglo XX, elaborados por distintos musicólogos y siguiendo criterios diferentes de ordenación. Puede suceder, incluso, que a una misma obra le correspondan números distintos en varios catálogos. Este post de Álvaro del Castillo me dio la idea de hacer una recopilación con las siglas más frecuentes.

Op.

Op. es la abreviatura de opus, «obra» en latín y sirve para catalogar la obra de la mayoría de los compositores a partir del periodo Barroco (se comenzó a utilizar en el siglo XVII). El opus nos indica el orden cronológico en que una pieza fue publicada dentro del repertorio de su autor. Así, si vemos un Op.4, por ejemplo, sabremos que se trata de una obra temprana del compositor. No obstante, existen ciertas excepciones: en algunos casos, los editores asignaban un opus de forma arbitraria, como sucedió con la obra Mozar y Haydn (de hecho, fue necesario volver a catalogar la obra de ambos posteriormente). En otros casos, había obras que permanecían inéditas hasta la muerte de su autor, por lo que, o bien no tienen opus (en el caso de Beethoven, las siglas WoO corresponden a Werk ohne Opuszahl, «obra sin número de opus» en alemán), o bien tienen asignado un opus póstumo (Op. posth.). Por cierto, el plural en latín de opus es ópera (Opp.), que a su vez significa «obra» en italiano, de ahí el nombre de este género musical.

WV, V.

Muchos catálogos de compositores contienen estas siglas. En alemán corresponden a Werke Verzichnis («catálogo de obras»), o Verzichnis, a secas («catálogo»). Cabe destacar:

  • BWV. El catálogo de las obras de Bach (Bach Werke Verzeichnis) fue elaborado por Wolfgang Schmieder y publicado en 1950 (200 años después de la muerte del compositor). A diferencia de otros catálogos, el de Shmieder no utiliza un criterio cronológico para organizar la obra de Bach, sino temático. Así, por ejemplo, una pieza para órgano de Bach llevará un número comprendido entre 525-771, las cantatas entre 1 y 224, etcétera. Llama la atención lo prolífico de este compositor con un catálogo de hasta 1080 piezas.
  • KV. El Köchel Verzeichnis fue creado por Ludwig von Köchel en 1862 y recoge las obras musicales compuestas por Mozart. Sigue un orden cronológico, pero el catálogo original contenía algunos errores debido a la atribución errónea de obras de otros compositores a Mozart, o la omisión de otras composiciones que aún no habían sido descubiertas. En posteriores revisiones se intentó añadir estas obras al catálogo sin alterar la numeración establecida por Köchel. Este es el motivo de que algunas obras lleven asignado un número seguido por una letra (KV 19a), o hayan sido numeradas en anexos al catálogo (KV A223). No obstante, en general el catálogo Köchel es bastante preciso. Según la wikipedia, para un KV mayor que 100, se puede estimar la edad a la que Mozart compuso esa obra dividiendo el número entre 25 y sumando 10.
  • Otros: HWV, el catálogo de las obras de Händel, sigue una ordenación temática. TWV es el catálogo de la obra de Telemann. WWV recoge la obra de Wagner. El Ryom Verzeichnis (RV), recoge la obra de Vivaldi, y el Stattkus-Verzeichnis (SV), la de Monteverdi.

Una sola inicial.

Cuando aparece únicamente una letra mayúscula (seguida o no por otras minúsculas), suele corresponder a la inicial del apellido del autor del catálogo. Por ejemplo:

  • Hob. El Hoboken Verzeichnis recopila la obra de Haydn y fue publicado por Anthony van Hoboken entre 1957 y 1978 . Sigue una ordenación temática y, para rizar aún más el rizo, utiliza números romanos, números arábigos y letras combinados. El número romano nos indica la categoría a la que pertenece la pieza. La categoría I, por ejemplo, corresponde a sus sinfonías. Si esa categoría está dividida en varias, se señala con una letra minúscula. Dentro de las piezas para piano, por ejemplo (Hob. XVII), encontramos las piezas para piano a cuatro manos (Hob. XVIIa). El número arábigo señala el orden en que fue compuesta una pieza dentro de la categoría correspondiente. A esta clasificación se suele añadir, además, el opus original de la obra.
  • S. Humphrey Searle, un compositor inglés, publicó el catálogo de la obra de Liszt en 1966. Se trata también de un compositor muy prolífico con 999 piezas en su catálogo (¡qué le costaría escribir una más!).
  • L. François Lesure completó en 1977 el catalogó la obra de Debussy.
  • Otros: D, elaborado por Otto Erich Deutsch en 1951, recoge la obra de Schubert. H de Hugh Wiley Hitchcock recopiló la obra de Charpentier en 1982. K, el catálogo de D. Scarlatti, es un trabajo de Ralph Kirkpatrick. Sz, el católogo de Bartok fue realizado por András Szőllősy. Z de Franklin B. Zimmerman, corresponde a la obra de Purcell.

17 comentarios sobre “Siglas y catálogos musicales

  1. Es curioso como muchas de estas letras las asociaba a autores sin saber de donde venían. Sí conocía los orígenes de BWV y KV, pero no me había parado a pensar en de donde vendrían otros. Aún así, no habría dudado ni un segundo si me hubieran preguntado qué representa Z. 626 :)

  2. En honor a Köchel, hay que decir que también fue un extraordinario catalogador o clasificador de plantas y minerales.

  3. @Alvarodelcastillo:
    A ti, caballero, que leyendo tu post me picó la curiosidad. Aunque la verdad es que este tema es un caos… Habría que idear un catálogo universal con un solo criterio de clasificación (me da igual si cronológico, temático o por colores) que sustituyese a todos los demás. Lo del opus está bien, no sé por qué liarse tanto con todos los demás.

    @jesús: ¡Qué interesante! Investigaré sobre el tema. Debía ser un tipo bastante obsesivo, ¿no?

  4. Y yo que estaba convencido de que ya existía un catálogo estandarizado (o sea, pensaba que BWV, TWV y demás servían para identificar al compositor, pero dentro de un sólo catálogo «ISO»)

  5. Otro para la lista: WAB (Werkverzeichnis Anton Bruckners), catálogo de la obra de Anton Bruckner –con el nombre de mi blog lo tenía que saber :-)

    Por otra parte, cosas como que este post haya salido en portada de Menéame me llena de gozo y de esperanza por el género humano.

  6. @Aloisius: Aloisius: es una ópera magnífica. Al parecer, el Lamento de Dido fue elegido como la segunda melodía más triste jamás escrita (después del Adagio de Barber), por los oyentes de la BBC.
    @Iván Rivera: Gracias Iván, tomamos nota.

  7. Por fin puedo darle un poco de cordura a mi discografía digital del música clásica. Si se me permite una pequeña puntualización, quiero corregir un par de cosas del alemán:

    Catálogo de obras se traduce como _Werkverzeichnis_, junto y que se puede abreviar como WV. Sólo cuando nos referimos a un compositor, por ejemplo Bach, se separa con guiones: _Bach-Werke-Verzeichnis_. Esto se traduciría *catálogo de las obras de Bach*. En cualquier caso, hay que vigilar con la palabra _Verzeichnis_, que lleva siempre dos ees. Ya que Verzichnis suena a «abandonos en serie».

    Dicho esto, enhorabuena por el post!

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