Suite para violoncello No.1, de Bach

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Los exámenes empiezan y no tengo mucho tiempo para comentar esta pieza como debería. Sólo os remito a la explicación sobre contrapunto que escribí la última vez que hablamos de Bach.

Bach escribió un total de seis suites para violoncello solo, todas ellas muy recomendables. Elijo la primera quizás por ser la más reconocible y escuchada, pero cualquiera de las otras cinco merece la pena también. La forma suite se caracteriza por reunir varios movimientos, cuyo origen son distintas danzas barrocas de ritmo contrastante.  Entre estas danzas, una suite siempre debe contener: una Allemande (lenta), una Courante (francesa, rápida), una Sarabanda (española, pausada) y una Giga (inglesa, rápida y viva). Las suites de Bach añaden además un Preludio para introducir cada suite y una danza adicional entre la Sarabanda y la Giga que puede ser: un Minueto (suites 1 y 2), un Bourrée (suites 3 y4), o una Gavota (suites 5 y 6). Cada suite consta por tanto de 6 danzas diferenciadas por su estructura y sus características rítmicas.

De nuevo, música de Bach: puro ritmo, equilibrio, formas orgánicas y fluidas que se entrelazan entre sí y parecen no tener fin. En esta ocasión la interpretación corre a cargo de Rostropovich, un genio del violoncello de origen soviético (no puedo evitarlo, lo siento). En Youtube encontraréis también la excelente interpretación de Pablo Casals, que no añado a esta entrada porque la calidad de la grabación es algo peor, pero que os recomiendo encarecidamente escuchar.

11 comentarios sobre “Suite para violoncello No.1, de Bach

  1. Pues mira, me gustan muchos estos miniartículos de Música, con sus audios y su explicación para comprender mejor lo que se escucha. No entiendo mucho de música clásica, me gusta pero me pierdo un poco :(

  2. Siempre me ha encantado esta pieza y nada más ver en el Google Reader la entrada me he lanzado como loco a escucharla :P

    Siempre he sido más de Mozart (más que nada por sus geniales conciertos para trompa), pero esta obra de Bach y alguna otra por ahí, también me enamoran :)

  3. Imprescindible. Todo un canon de perfección.

    Una gozada.

    Un saludo y me encanta ver entradas de este tipo en cualquier blog, pero en uno de ciencia mucho más, asi pues, felicidades y nos seguimos leyendo.

    Por aportar algo os dejo también la impresionante interpretación de yo-yo ma:

    http://www.youtube.com/watch?v=dZn_VBgkPNY

    Un saludo.

  4. ¡Qué bien que te gusten Sophie! Y que nos lo digas. Iñaki y yo siempre dudamos si los leerá alguien (quizás porque dan lugar a menos comentarios). La idea precisamente es divulgar un mundo que es poco conocido, en general. Intenta estar escrito para profanos así que si algo no se entiende o interesa especialmente: no duden en preguntar.

    Wis: Pues a mí Mozart precisamente… me dice poco. Ya sé que esto que acabo de decir es toda una blasfemia (como poco), pero salvo el Réquiem y dos o tres pasajes más, le tengo bastante tirria. Demasiado elegante para mí.
    En cambio Bach, sin ninguna duda, es Dios (mayúscula autorizada por el Talibán). La suya no es una música humana, o que puedas «poseer», no es una música que puedas memorizar e identificar con tu propia voz. Es música de la tierra, del tiempo… de las fuerzas inanimadas de la naturaleza. Propia de la religiosidad del propio Bach, por otra parte. Cuando elija alguna pieza religiosa suya, hablaré del tema, no tiene desperdicio.

  5. Aquí hay otro que confiesa públicamente leerse todas y cada una de esas fantásticas entradas musicales. No me pierdo ni una. Es más, incluso las he tomado como referencia alguna vez en mis clases y a la hora de comentarlas a mis alumnos.

    Hasta el momento, las obras seleccionadas parecen sacadas de mi gramola diaria. En serio.
    Esta última es una de mis imperdibles de Bach, junto con el preludio nº 1 del «Clave bien temperado». Alguna vez la he intentado tocar con el trombón, pero es realmente muy difícil. Hasta ahora escuchaba al versión de Yo-Yo Ma, pero ya estoy buscando alguna de Rostropovich. Todo un descubrimiento para mí.

    La zanahoria jazz protagonizó un artículo en la web de recursos musicales que escribo para mis alumnos.

    La «Guía de orquesta para jóvenes» de Britten, siendo maestro de música, creo que se puede obviar que la utilizo en mis clases.

    El nocturno de Chopin, con decir que he comprado dos veces la banda sonora de «El pianista»…

    ¿Animusic? Aquí tengo los dos DVD’s que terminé por pedir a EEUU y que mereen la pena sí o sí.

    ¿El Réquiem de Mozart? Desd que lo hice en Logroño el año pasado, me trae loco.

    Y mi favorita está también. No sé por qué pero siempre digo que es mi favorita. Me la se entera. Cada dealle de la historia que Smetana nos narra me viene a la cabeza cuando la escucho. La pena que mis alumnos no aguantan concentrados todo el tiempo que dura, y le tengo que poner unas mini versiones que encontré por ahí, tipo Baby Einstein.
    Obviamente, me refiero al segundo de los seis poemas sinfónicos que componenl la suite «Mi patria», «El Moldava».

    Y qué decir de Michel Camilo… Me encanta el jazz latino. Me encanta este hombre, y me encanta su música.

    Seguid con ese repertorio, que mejor no podéis escogerlo… ;-)
    Y gracias por esas pequeñas lecciones semanales, por recordarnos viejas obras ( o en mi caso las de cada día), y darnos a conocer otras que realmente son interesantes.
    Por terminar toda esta parra fada de una manera muy simpsoniana, únicamente me queda decir que:

    ¡Moooolaaaa!

    Y, si. Con permiso del Talibán Ortográfico o sin él, Bach era y es Dios y con una mayúscula tremenda.

  6. Yo ya lo comenté hace poco, pero me vuelvo a declarar fan de estos artículos de música. Estoy aprendiendo algo que deseaba aprender hace mucho tiempo.
    Gracias.

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