Publicidad en los blogs

Hace unas dos semanas que puse publicidad en el blog, seguro que ya os habíais fijado. Sobre este tema existen opiniones para todos los gustos. A mí, personalmente, no es que me guste manchar mi diseño con anuncios, todo lo contrario, pero es un mal necesario; y siento que a vosotros, los usuarios habituales, debo daros una explicación.

El Día del Blog fuimos enlazados en un par de bitácoras y las visitas diarias han subido al doble. Esto ha hecho que el tráfico, obviamente, también sea el doble. Como consecuencia de ello, he tenido que cambiar el plan de alojamiento a uno más caro, con más transferencia mensual (antes tenía uno de 3GB, muy poquito, y ahora lo tengo de 20GB). Nadie vive de la publicidad en los blogs: para eso haría falta un tráfico desmesurado que nadie tiene (salvo Microsiervos y cuatro más). Sin embargo, supone una pequeña ayuda que nos viene muy bien; quizá para pagar el alojamiento de la web, y el que tiene más suerte para pagarse algún caprichito. Nada más.

Mi opinión va en la línea del artículo Si agregas publicidad en tu blog te voy a seguir leyendo. Como dice aquí, «nadie en su sano juicio y libre de envidia dejaría de leer un blog interesante porque éste gane dinero mientras que disfruta informándonos», siempre y cuando la calidad de los contenidos no decaiga. Sólo discrepo en un punto con esa anotación: los banners no deben ser molestos. Ante todo hay que ser respetuoso con el lector habitual. Yo he seguido esta línea, intentando adaptar la publicidad al diseño lo máximo posible. También he hecho que a los lectores que vienen desde los buscadores les aparezca publicidad dentro del contenido, pues éstas son las visitas de peor calidad, con mayor porcentaje de rebote, y en muchas ocasiones llegan con extrañas cadenas de búsqueda, y todo gracias a la máquina tonta de Google.

José Luis Orihuela lo explicó mucho mejor que yo el pasado viernes en la mesa redonda de Blogs&Ciencia. Dio una razón de peso a la que no le veo discusión posible. En la mayoría de los blogs, las visitas procedentes de Google suponen como mínimo el 50% del total (en el caso de eCuaderno nos comentó que suponían el 78% en los últimos informes). Como hemos dicho, estas visitas son de mala calidad. A menudo llegan mediante cadenas de búsqueda sorprendentes, ya que nada tienen que ver con el contenido que ofrecemos. Esto supone un aumento considerable del volumen de transferencia por culpa de Google de gente que llega, ve que no es lo que busca, y se va. Por lo tanto, si Google nos está haciendo contratar un alojamiento más caro, que lo pague mediante la publicidad.

Blogs&Ciencia, éxito total

La Quedada de Bloggers, según lo que teníamos planteado, ha sido un éxito total. El viernes, el encuentro comenzó fuerte con la mesa redonda moderada por Javier Armentia (Por La Boca Muere El Pez) y en la que participaron José Luis Orihuela (eCuaderno), Joaquín Sevilla (Joaquín Sevilla Moróder) y Ambrosio Liceaga (Ciencia de Bolsillo), aportando los tres puntos de vista: el del profesional de la comunicación, el del profesional de la ciencia y el que escribe un blog con contenidos científicos como aficionado. Una mesa redonda amena y distendida a la que asistieron unas 40 ó 50 personas. Me hizo especial ilusión encontrarme en la mesa redonda con dos buenos profesores de mi carrera: Daniel Lasaosa y Antonio López. Después, las conversaciones interesantes se sucedieron en el Beers&Blogs.

El sábado estábamos nosotros prácticamente, más alguna persona que nos sorprendió pasándose por allí. Durante la mañana se sucedieron las charlas, todas ellas muy interesantes y de las que todos aprendimos algo. Por la tarde, Javier Armentia (que se portó exquisitamente con nosotros durante todo el fin de semana) nos regaló un par de sesiones del Pamplonetario. Nada mejor para relajarse y disfrutar (alguno hasta echó media cabezada…).

Para finalizar, nos fuimos de pintxos por Pamplona y les enseñamos un poco la ciudad a los de fuera. Mientras tanto, sentamos las bases para formalizar esto. Hicimos las principales decisiones para comenzar a organizar un evento de mayor calado el año que viene, repartimos responsabilidades e hicimos un primer borrador del programa. Por ahora no puedo adelantar nada. Tan sólo decir que el nombre oficial pasará a ser Blogs&Ciencia, como en el cartel que hizo Javier Armentia (que nos encantó a todos), y la quedada pasará a llamarse Jornadas de Blogs&Ciencia (algo un poco más formal). Lo demás, a su debido tiempo.

Lo mejor del fin de semana es haber conocido en persona a una gente tan maravillosa, con tanto afán por enseñar lo que saben como por aprender lo que desconocen. Personas de mente abierta con ganas de hacer cosas importantes. Eugenio Manuel (Ciencia en el XXI), Alberto (Cerebros no lavados), Julián, Iván (Wis Physics), Sergio (Tall&Cute), Alberto Araque (Mezclado, no agitado), Rubén (Ocularis), Héctor (Museo de la CIencia), Ambros (Ciencia de Bolsillo), Aitziber… y seguro que me dejo a alguien. ¡Gracias a todos!

Más fotos aquí.

Esclavas de la imagen II

Este fin de semana estuve en Pamplona, impuntual pero presente en la I Jornada de Blogs&Ciencia. El encuentro transcurrió entre ideas felices y conversaciones interesantes, sazonadas con la alegría y las ganas que teníamos todos de estar allí. Durante el día atendimos a las charlas que cada ponente había preparado. Por la noche, teníamos una cita inexcusable con los bares de la zona.

¿Y todo esto qué tiene que ver con el título del post? Pues que el sábado por la noche, tras despedirnos de los demás bloggers, Iñaki y yo tuvimos que atravesar la zona de discotecas de Pamplona de camino a casa… La escena era habitual, pero puede que de tanto tiempo sin tenerla delante hubiese llegado a olvidarla. Puede que por eso me impactara tanto. Quinceañeras con cinturones anchos y la carne helada de gallina. Tacones imposibles. Caras como puertas pintadas. Disfraces. Caricaturas rematadas por los correspondientes grititos agudos, el pavo resubido, el hacerse la tonta…

Y sin embargo, me doy cuenta, el problema no es la minifalda. No es la desnudez, ni una opción estética determinada. El problema es, precisamente, que no se trata de una opción, sino de la sumisión a una imagen caricaturesca, pueril y boba que degrada a las mujeres y las convierte en muñecas.

Precisamente ayer vi un vídeo sobre la Barbie donde se decía que, de existir realmente la despampanante rubia, no se podría mantener en pie debido a sus proporciones. Las que sí caminan, modelos estiradas, actrices al photoshop, no son iconos más realistas. En Europa se perdió hace poco una oportunidad de oro para controlar este tipo de imágenes difundidas por los medios, por culpa de unos eurodiputados españoles. Por lo que a ellos respecta las niñas pueden seguir aprendiendo a despreciarse, a reflejarse en estereotipos antinaturales e inhumanos para los que la imagen lo es todo. Las niñas degradadas, caricaturizadas, atontadas: convertidas en muñecas.

Me estoy volviendo una misógina sin remedio.

Ver vídeo

Consumo actúa contra Telefónica

Me había perdido esta noticia debido a la Quedada de Bloggers de Ciencia que llevamos a cabo este fin de semana. Pronto haré una reseña: todavía tengo que elegir una «foto en familia» de los asistentes para ilustrar la anotación. La noticia es del pasado viernes 19. Para los despistados como yo, ahí va:

Las asociaciones de consumidores Facua y UCE expresaron hoy su satisfacción después de que el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, anunciara ayer que Consumo ha requerido a Telefónica el cese del cobro del servicio de identificación de llamadas, práctica que calificó como «ilegal».

Durante su comparecencia en el Senado, Soria indicó que el Instituto Nacional de Consumo (INC) «ha requerido a la operadora el cese del cobro de identificación» de llamadas, que tiene previsto empezar a tarificar a todos sus clientes a partir del 1 de octubre.

Asimismo, Soria advirtió de que si Telefónica continúa llevando a cabo esta práctica se presentará «un recurso de cesación por cláusula abusiva», es decir, que se reclamará el cese de la actividad «antes de que haya una resolución judicial o un arbitraje entre partes resuelto».

Sin duda es una gran noticia, después del cabreo generalizado que causaron las nuevas medidas anunciadas por Telefónica.

(Fuente: Europa Press)

Software libre y software propietario en ingeniería

Creo que lo he dicho en alguna otra ocasión por aquí; en mi portátil tengo dos particiones: una para Windows y otra para Fedora Linux. El otro día, hablando con Ambros y Araque, les comentaba que, entre las pocas razones que me quedan para seguir utilizando Windows, están las herramientas que utilizo en mi carrera; bueno, más bien las herramientas que nos enseñan a utilizar.

A pesar de la infinidad de excelentes programas libres existentes, en general se tiende a enseñar con software propietario para Windows. ¿Por qué sucede esto? Pienso que por tradición, más que nada. Sí, es cierto que hay casos específicos donde el software propietario da mejores resultados que el libre —bien porque no existe éste último para tal propósito (todavía no he visto un caso de este tipo, aunque supongo que alguno habrá), o bien porque no se ha desarrollado lo suficiente—, sin embargo, en muchos casos (al menos en ingeniería) no es así. Un ejemplo claro es Octave vs. Matlab.

Matlab es software propietario, mientras que Octave es software libre. Ambos son programas de análisis numérico que ofrecen un intérprete para ejecutar órdenes escritas en un lenguaje de programación llamado M. ¿Adivináis qué nos enseñan a utilizar en la universidad? Exacto, Matlab. Las dos son herramientas potentísimas que ofrecen las mismas funcionalidades. Alguien puede preguntarse, ¿entonces qué nos impide usar software libre en casa, aunque aprendamos con software propietario? La pereza. Obviamente, aunque hagan lo mismo, los programas no son iguales, y ese cambio supone una inversión de tiempo adicional del que no siempre dispondremos.

Afortunadamente, en este caso concreto, existe la ventaja de que Octave está hecho de forma que la sintaxis es muy parecida a la de Matlab, y en general, algo programado en Matlab funcionará en Octave. En contraposición, está la fobia que se le tiene a este tipo de aplicaciones debido a que son poco visuales —como me comentó Ambros o Araque, ahora no recuerdo—, debido a que muchas veces tienen interfaces gráficas menos amigables (e incluso inexistentes).

Esto último, en buena medida se va paliando con el tiempo. Hoy mismo me he enterado (gracias a Barrapunto) de que existe QtOctave, una interfaz gráfica que mejorará enormemente la experiencia de uso de Octave. Todavía no lo he probado, pero no tardaré.