Impostores, una novela de Lucas Sánchez

Me gustaría presentaros Impostores, la primera novela de nuestro amigo Lucas Sánchez (@Sonicando en Twitter y en su blog), bioquímico (prontito ya doctor) e investigador del Centro Nacional de Biotecnología, divulgador, guitarrista… y ahora también escritor. Todo un hombre del Renacimiento, vamos. ;-)

Hay dos tipos de personas: las que disfrutan contando historias y las que disfrutan escuchándolas. Lucas es de las primeras, de esas personas que empiezan a hablar y no paran. Lucas es uno de esos contadores de historias que, con la compañía de una cerveza ante la barra de un bar, es capaz de dejarte encandilado con cualquier relato (incluso aunque vaya de calamares… mejor no preguntéis).

Hace ya más de dos años, Lucas se dio cuenta de que no solo le gustaba contar historias, sino que además tenía su gracia escribirlas, plasmarlas en un papel. En un día a día repleto de Realidad™, esta actividad, junto con la música, se convirtió en su conexión con la ficción favorita. Así es como se fue fraguando Impostores.

Proyecto, aventura, novela. Así la describe él mismo en el blog dedicado a ella. Novela fue desde el principio, desde que la concibió como tal, desde que se armó de valor y decidió someterla al juicio de una editorial: la editorial Mondadori. Recibió un no por respuesta, pero un gran piropo como contrapartida:

En otro apartado llamado “sensación epidérmica” decía que la misma era la de “la de encontrarse frente a un escritor. Joven, seguramente y que podrá mejorar aun más ¡pero un verdadero escritor!”

Ahí fue cuando se convirtió en proyecto y en aventura, cuando optó por la autoedición.

Impostores es una novela independiente. Una novela sin editorial. Sin más dueño que su autor y sin más derechos que el de ser leída.

Puedes disfrutar de Impostores online y, si te engancha, quizás quieras colaborar en el proyecto de crowdfunding y comprar tu copia digital o en papel (cuando escribo estas líneas, ya hemos llegado al 19 %, ¡y todavía quedan 44 días!). Merece la pena demostrar que otras formas de hacer y distribuir cultura son posibles.

Nosotros ya somos impostores. ¿Y tú?

Bonus: buscadme en los créditos. ;-)