¿Primero la red o el contenido?

Ayer Fran nos dejó un comentario en el que defiende que nuestros esfuerzos deberían ir más encaminados hacia el objetivo de la Internet gratuita más que hacia la defensa del P2P. Aquí surge un debate interesante en mi opinión, y viendo que mi contestación se iba a extender en demasía, he decidido realizar una anotación nueva con ella. Copio y pego aquí el comentario de Fran para comodidad de los lectores, y a continuación respondo. Recomiendo leer también antes de mi contestación, aunque no es imprescindible, este artículo del blog de Fran.

Lo que hay que hacer es presionar para que el acceso WiFi sea público y gratuito, y una vez sea gratuito, que la cultura y el software libre esté accesible en bibliotecas públicas digitales con contadores de descargas y que una pequeña fracción de la pasta que nos gastamos ahora en pagar el contrato de acceso vaya en forma de impuestos a financiar esos proyectos y contenidos.

Hasta entonces, que el P2P sea como un cine o una tienda de música gratis es una tontería cuando sólo se puede llegar a él usando una autopista de pago. Primero la red, luego el contenido.

Suena bien, pero algo utópico. De todas formas, que las comunicaciones (de todos los tipos) deban ser un servicio público no debiera impedir que luchemos por otras injusticias no menores como el tema del cerco al P2P; y aunque fueran menores. Me explico; una injusticia es una injusticia siempre, y no hay que dejarla de lado ni posponerla por el hecho de que haya otras más graves: hay muchísima gente muriendo de hambre en el mundo cada hora, nos estamos cargando el planeta poco a poco, etc., etc., pero no por ello dejamos de luchar por asuntos (menores en relación) como lo de las 65 horas, la igualdad de la mujer o qué sé yo… miles de cosas. Ese argumento me suena como aquel de ¿a quién le importa cómo se llame y se trate jurídicamente una unión entre gays si tenemos problemas más importantes como el terrorismo?

«Primero la red, luego el contenido», dice Fran. Las dos cosas, digo yo. Y en caso de que no se puedan llevar a cabo a la vez, las prioridades las debe marcar la factibilidad de la empresa, la viabilidad del objetivo. Lo que Fran propone se me antoja complejo, pues tiene muchísimos inconvenientes que salvar, así que parece más sensato comenzar por proteger causas más sencillas.

El P2P no es ningún cine ni ninguna tienda de música gratis. El P2P sólo es un protocolo, unas normas para intercambiar información. Siguiendo la analogía de las autopistas, el P2P sería como una furgoneta en la que podemos poner cosas y llevárselas a un amigo. Lo que ahora quieren es pararnos si nos ven con la furgoneta e impedirnos el paso por la autopista. ¿No tengo derecho a transportar lo que me plazca?

Por otra parte, estaremos de acuerdo en que siempre se necesitará pagar un precio para que «alguien» construya y mantenga esas vías. ¿Quién se encarga de ello? En el caso de las carreteras, el Estado; en el caso de Internet, las telecos. ¿Deberían desaparecer éstas y pasar al dominio del Estado, al igual que las redes de carreteras (al fin y al cabo ambas son redes de comunicaciones)? Se prodría discutir ampliamente sobre ello. A primera vista, surge un problema fundamental: ¿quién paga por ello? En el caso de las carreteras, paga impuestos quien tiene un vehículo, en el caso de las autopistas paga un peaje quien pasa por ellas. ¿Y con Internet? ¿Pagamos todos?

2 comentarios sobre “¿Primero la red o el contenido?

  1. Hace poco mantuve en un bar una conversación similar con dos compañeros de la universidad. Despues de más de tres horas, lo que comprobamos es que todos teniamos que hacer verdaderas virguerias y equilibrismos para defender nuestras posturas, vamos que el tema es complejo hasta decir basta (no hablamos del p2p, hablamos del acceso a la red y a la cultura). Yo llegue a algunas conclusiones, que por supuesto pueden ser erroneas, pero las voy a contar ya que estamos:
    -Respecto al acceso a la red, se requiere un mantenimiento y eso conlleva un gasto. Es decir, que el acceso hay que pagarlo. La opción de que lo pague el gobierno choca con una realidad actual, que es que no todo el mundo tiene un interes especial en acceder a la red. Así que en mi opinión, ahora mismo es más lógico que cada uno pague por su acceso, aunque es cierto que el ancho de banda que nos ofrecen en nuestro pais es penoso comparado con el de otros de Europa, y los precios no son bajos.
    -El discurso de que la cultura es un derecho, choca con la realidad actual de que se trata de un negocio, y un lujo, con un 16% de IVA. Por supuesto, para que se siga produciendo tiene que haber beneficio para los autores, y ahí viene el problema. A estas alturas, casi todos los internautas hemos entendido que el beneficio para los autores no es lo mismo que el beneficio para los distribuidores. El problema esta en como convertir un negocio que se basa en el consumo, en un bien de distribución publica… La idea de Fran, aunque bonita, no deja de parecerme irrealizable, al menos actualmente.
    -Como contraposición a lo que acabo de decir estan las bibliotecas, donde el propio estado compra libros protegidos por derechos de autor y los presta gratuitamente (no choca eso un poco con las filosofias de derechos de autor). No se que tipo de regimen legal siguen las bibliotecas en su proceso, pero ¿no debería el estado hacer lo mismo con el cine y la música? ¿O es que resulta que no hemos dejado de lado esa antigua concepción de que los libros son culturalmente más valiosos que el cine o la música? ¿Qué pasa con todos los libros que el estado esta escaneando y preparando para prestar por internet? De nuevo ¿Por qué no puede hacerse lo mismo con cine y música? Y donde digo cine y música puede incluirse sin miedo otras formas de arte como pintura y escultura… Vamos, que la preguntas finales son ¿por qué el estado asegura el acesso a la lectura, o a la pintura (en museos gratuitos), pero no asegura el acceso a otras formas de cultura que tienen en realidad una demanda mucho mayor? ¿Es la cultura un derecho o un negocio?

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