El dedo en el agua

Imaginaos la siguiente situación:

Tenemos una balanza en la que situamos un balde lleno de agua en un lado y una pesa en el otro. La balanza está perfectamente equilibrada, esto es, tanto la pesa como el balde con agua pesan exactamente lo mismo. A continuación, introducimos la punta del dedo en el agua. ¿Qué ocurrirá?

¿Sencillo, no? Pues parece que no es tan obvio como pudiéramos pensar en un primer momento, dado que la respuesta más extendida es que «no ocurre nada», basándose en que el peso lo sostenemos con el brazo y no incide sobre él. Pero esto no es correcto: en realidad, la balanza se desequilibra del lado del balde.

Efectivamente, el peso del dedo no juega ningún papel aquí; sin embargo, no estamos teniendo en cuenta las demás fuerzas existentes en el sistema. El principio de Arquímedes afirma que «todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado»: el agua ejerce una fuerza sobre el dedo que es igual al volmen desalojado por el dedo, multiplicado por la densidad del agua y por la aceleración de la gravedad. Lógicamente, y por la Tercera Ley de Newton, para que el dedo se mantenga dentro del agua nosotros tenemos que hacer una fuerza igual y hacia abajo. Así que con nuestro brazo estamos manteniendo todo el peso de nuestro dedo menos esa pequeña cantidad que ejerce el agua. De la misma manera, el agua tiene que apoyarse en algún sitio para ejercer esa fuerza contra nuestro dedo: el balde. Y el balde, a su vez, ejerce esa fuerza sobre la balanza. En consecuencia, esa pequeña fuerza incrementa el peso del lado del balde y hace que la balanza se desequilibre.

No sé por qué sorprende tanto que se pueda empujar un líquido. ¿No empujamos sólidos? Al fin y al cabo, podríamos ver el agua de ese balde como un solido muy deformable, con lo cual la fuerza de empuje es mucho menor, pero existe.

Cambio de ‘look’

¡Más cambios en Enchufa2! Ayer se me antojó un cambio de ‘look’ de la barra lateral, que ya estaba un poco cansado de la anterior. Además, el gran número de enlaces que ya tengo la hacía demasiado larga para mi gusto.

Vi por ahí esta barra «tipo Slashdot» y me gustó; pero ésta es todavía mejor: viene aderezada con JavaScript, lo que hace que al pinchar sobre cada menú, éste se recoja o se expanda según convenga. Por defecto, he puesto que los menús «Enlaces», «Comentarios recientes» y «Meta» aparezcan contraídos; pero si los expandís, se guardan vuestras preferencias y al volver a visitar la página la encontráis como la dejasteis. ¿No es genial?

Tengo que investigar qué pasa con Internet Explorer 7, porque al abrir la página se queda «esperando dos elementos» que no sé cuáles son, y no termina de cargar nunca. Así que ya sabéis: ¡utilizad Firefox! Vuestro ordenador os lo agradecerá, y vosotros también.

Si utilizáis otros navegadores y encontráis algún problema en el funcionamiento del menú, por favor, remitídmelo. ¡Gracias!

Gracias ZP

Yo pensaba que todo esto estaba superado. Debo ser una ilusa. Pero de verdad creía que a estas alturas era algo tan natural, tan poco extraordinario, tan anodino, que resultaba innecesario y redundante anunciarlo. La prueba de que no es así es que todos los periódicos lo han hecho, todos sin excepción han dejado plasmada su sorpresa, unos felicitándose (Público), otros con ciertas críticas (El Mundo), o directamente entre lamentos (ABC). Incluso fuera de nuestras fronteras se ha hecho sonar. Todos han creído que ésa era la noticia: Durante esta legislatura habrá más ministras que ministros. Una más, en concreto. Y supongo que lo curioso del asunto radica en que… ¿a partir de ahora los aseos femeninos de la Moncloa sufrirán mayores atascos?

Yo no pensaba hacerlo. Redactar una noticia sobre lo que guardan nuestros dirigentes bajo los pantalones me parecía innecesario, como me lo hubiera parecido publicar lo que hacen por las noches en su cama, o los pelos que se depilan de la nariz. En esta legislatura, Zapatero ha buscado profesionales que creía adecuados para dirigir los distintos Ministerios. Yo pensaba que la discusión versaba exclusivamente sobre su capacitación y en este sentido precisamente, he elegido el título de mi artículo. Quería agradecerle al Presidente del Gobierno algunas de sus elecciones. Como la de Carme Chacón, al frente del Ministerio de Defensa: licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, con varios cursos de postgrado en tres universidades del extranjero, profesora en la Universidad de Girona, vicepresidenta del Congreso de los Diputados y Ministra de Vivienda durante la última legislatura. O la de Cristina Garmendia en el Ministerio de Innovación, todo un referente en el sector biotecnológico español, doctora en Biología, presidenta de la Fundación Inbiomed y de la Asociación Española de Bioempresas, así como fundadora y presidenta de Genetrix. Pero no, eso no basta. Hay que puntualizarlo, es importante: ambas, desde hace años, se sientan para hacer pipí.

No quería hacerlo. No quería escribir esta noticia porque yo pensaba que todo esto ya estaba superado. Debo ser una ilusa porque de verdad creí que a estas alturas ya sería algo natural. La prueba de que no lo es, es que todos los periódicos han dejado plasmada su sorpresa. Pero quizás sean necesarios y quizás aún haga falta protestar y puntualizar lo evidente desde un blog de Internet, porque un poco más al Este, un señor con el cerebro demasiado pequeño y la lengua demasiado larga, le dice a Zapatero que su gobierno es «demasiado rosa» y le regaña por nombrar nueve ministras puesto que «¡Le costará dominarlas!”. Como si el cargo de ministra les hubiese sido regalado o como si Zapatero fuese su padre. Cuando semejante impresentable gobierna un país europeo, me doy cuenta de que aún es necesaria la protesta, aún nos hace falta reivindicar y recalcar lo evidente: que el césped es verde, que los perros ladran, que las mujeres tenemos las tetas más grandes, que somos tan capaces como cualquiera.

Los nuevos ministerios se quedan sin web

Hace poco ya hablábamos de los famosos cazadominios que se dedican a invertir en dominios de Internet: comprarlos con la esperanza de que una empresa se los solicite, desembolsando grandes cantidades de dinero. Pues bien, al parecer uno de estos «listillos» se ha apropiado recientemente de los dominios con las siglas de los nuevos ministerios que ha creado el Gobierno: el de Ciencia e Innovación, www.mcei.es; el de Trabajo e Inmigración, www.mtei.es; y el de Educación, Políticas Sociales y Deporte, www.mepsd.es.

Supongo que pensaría que había dado «el golpe de su vida» y que probablemente se embolsaría lo que pidiera a cargo del Estado, pero le ha salido el tiro por la culata, ya que el Reglamento del Procedimiento de Resolución extrajudicial de conflictos recoge que se pueden reclamar los derechos previos de los dominios en los casos de «denominaciones oficiales o generalmente reconocibles de Administraciones Públicas y organismos públicos españoles».

Vamos, que gracias por participar e inténtelo de nuevo.

[Fuente: EL PAÍS]