Andan por ahí diciendo que un nuevo tipo de pintura desarrollado por unos investigadores japoneses constituye un remedio eficaz para proteger nuestras redes WiFi, ya que, aplicada sobre las paredes, impediría que la señal saliera del recinto (léase casa, empresa o lo que se quiera). Los voceras son los de The Inquirer ES, que a su vez citan como fuente a los no menos imprudentes redactores de InfoWorld. Y es que uno comete la incorrección de hablar de «muy altas frecuencias», otro habla de «señales inalámbricas», a alguien se le ocurre «WiFi» al oír lo anterior, y entre uno y otro, otro y uno, ninguno sabe muy bien de lo que está hablando y acaban extrayendo conclusiones erróneas.
Bien. Para empezar, diré que si esto fuera así como lo cuentan, pintar una empresa con eso no sólo confinaría la señal WiFi dentro del recinto: también nos dejaría sin cobertura en el móvil. Así que no parece muy buena solución para añadir seguridad a nuestra red. Y una vez aclarado esto, vayamos directamente al abstract del trabajo en cuestión para contar la noticia tal y como es.
Efectivamente, investigadores de la Universidad de Tokyo, en colaboración con Dowa Electronics Materials, han elaborado una pintura barata (14 dólares por kilogramo) a base de óxido de hierro dopado con aluminio que tiene la propiedad de absorber ondas electromagnéticas de un determinado rango de frecuencias.
¿Cómo puede absorber un material la radiación electromagnética? (Aviso: os podéis saltar este párrafo). Los materiales presentan anisotropía magnética que, resumiendo, significa que tienen una orientación «predilecta» del campo magnético. Cuando una onda incide en un material, la magnetización de éste sigue las variaciones de dicha onda, pero siempre sigue la tendencia marcada por la anisotropía magnética dada. La absorción se produce cuando la frecuencia de la onda es tal que la magnetización entra en resonancia.
Todos los cuerpos absorben ondas electromagnéticas. Por ejemplo, los objetos que vemos negros son negros porque aborben la mayor parte del espectro visible. Pero, a medida que bajamos en frecuencia (el espectro visible se sitúa en los cientos de THz), las ondas atraviesan los obstáculos más fácilmente.
Como vemos en la imagen, la nueva pintura es capaz de absorber frecuencias que van desde los 100 a los 200 GHz, que están muy lejos, pero que muy, muy lejos, de los 2,4 GHz que utilizan las actuales redes WiFi. Concretamente, hay picos de absorción a 112, 125, 145, 162, 172 y 182 GHz, que se corresponden con las distintas frecuencias de resonancia del material.
Así que no, esta pintura no aisla las redes WiFi. También es un error referirse a este rango del espectro como «muy alta frecuencia», ya que la «muy alta frecuencia» (VHF, Very High Frecuency) va de los 30 a los 300 MHz, la «ultra alta frecuencia» (UHF, Ultra High Frecuency) va de los 300 MHz a los 3 GHz, y la «super alta frecuencia» (SHF, Super High Frecuency) va de los 3 GHz a los 30 GHz. El rango que rechaza esta pintura está dentro de las llamadas frecuencias milimétricas (llamadas así porque sus longitudes de onda son del orden de milímetros) o «frecuencias extremadamente altas» (EHF, Extremely High Frecuency). No pongáis esa cara, no he elegido yo los nombres…
También se afirma en InfoWorld que las últimas tecnologías de comunicación inalámbrica utilizan estas frecuencias. Bueno, hay aplicaciones y aplicaciones. Desde luego, estas frecuencias no interesan para redes WiFi, las cosas están como están por algo. ¿Por qué? Por dos razones principales: enviar y recibir en frecuencias milimétricas es caro hoy por hoy; y sengundo y más importante, no atraviesan bien los obstáculos (por lo que lo de la pintura no me parece tanto avance). Un radioenlace a estas frecuencias requiere que las antenas receptora y transmisora «se vean», sin obstáculos de por medio. Las inclemencias meteorológicas, por tanto, también afectan, limitando bastante el alcance.
Para que os hagáis una idea, las aplicaciones terrestres de más alta frecuencia que se me ocurren son los radares de alta resolución, que llegan a las decenas de GHz. Por los cientos de GHz andan los radiotelescopios, los enlaces entre satélites y poco más. Así que no sé para qué utilizarán la pintura en cuestión.