La religión como rasgo cultural

Hoy os traigo un fragmento del libro La diversidad de la ciencia, de Carl Sagan, que recogen en Historias de la ciencia.

Pensemos en las posibilidades: mundos sin dioses, dioses sin mundos, dioses creados por dioses preexistentes, dioses que siempre han estado aquí, dioses que nunca mueren, dioses que mueren más de una vez, diferentes grados de intervención divina en los asuntos humanos; ningún profeta, uno o muchos; ningún salvador, uno o muchos; ninguna resurrección, una o muchas; ningún dios, uno o muchos. Y cuestiones relacionadas con los sacramentos, la mutilación religiosa y la escarificación, el bautismo, las órdenes monásticas, las expectativas ascéticas, la presencia o ausencia de vida después de la muerte, días para comer pescado, días para no comer en absoluto, justicia en este mundo, el próximo o en ninguno en absoluto, reencarnación, sacrificio humano, prostitución en el templo, yihads y así sucesivamente. Hay una inmensa variedad de cosas en que la gente cree. Las diferentes religiones creen diferentes cosas.

Considerando esta serie de alternativas, algo que se me ocurre y que me asombra es que, cuando alguien tiene una experiencia de conversión religiosa, casi siempre es a la religión o a una de las religiones en las que se cree principalmente en su comunidad. ¡Sin embargo, hay tantas posibilidades! Por ejemplo, es muy raro en Occidente que alguien tenga una experiencia de conversión a una religión en la que la deidad principal tenga cabeza de elefante de color azul. Es bastante raro. Pero en la India hay un dios azul con cabeza de elefante que tiene muchos devotos, y no es tan raro ver pinturas de este dios. ¿Cómo es que la aparición de dioses elefantes está limitada a la India o a sitios donde hay una fuerte tradición hindú? ¿Cómo es que las apariciones de la Virgen María son comunes en Occidente pero raramente se producen en lugares de Oriente en los que no hay una importante tradición cristiana? ¿Por qué los detalles de las creencias religiosas no cruzan barreras culturales? Es difícil de explicar a no ser que los detalles estén totalmente determinados por la cultura local y no tengan nada que ver con algo externamente válido.

Dicho de otro modo, cualquier predisposición a la creencia religiosa puede verse poderosamente influida por la cultura indígena, viva uno donde viva. Especialmente si los niños están expuestos desde muy pequeños a una serie de doctrinas, música, arte y ritual, es algo tan natural para ellos como respirar, motivo por el cual las religiones hacen tantos esfuerzos para atraer a los más jóvenes.

El Grupo de los Cinco

Estos días ando haciendo un trabajo para el conservatorio sobre estos cinco magníficos compositores nacionalistas rusos del siglo XIX: Mily Balakirev, Nikolai Rimsky-Korsakov, Alexander Borodin, Modest Mussorgsky y César Cui. Ya os hemos hablado de ellos en otras ocasiones, música mediante, y ahora quería compartir con vosotros un fragmento que he encontrado en el libro Historia de la Música y sus compositores y que me ha gustado mucho (no os perdáis las descripciones que hace de otros músicos). Es un perfecto retrato de lo que fueron.

Dirigidos hasta cierto punto por Balakirev, tenían una especie de programa. Estaban convencidos de que Glinka había mostrado el camino para dotar a la fundación de una auténtica obra rusa, adoraban el canto y el baile popular, todo aquello que indicara un fondo musical genuino y seguro del alma del pueblo; odiaban el Teatro del Emperador, donde toda aquella gente de uniforme o vestidos de noche, daba la impresión de interesarse solamente por los agudos de los cantantes y las piruetas de las bailarinas; creían que Berlioz era un gran innovador, admiraban en Schumann la presencia de una fantasía humana; consideraban a Bach como una momia envuelta en planos de ecuaciones y de cálculos algebraicos; a Mozart y Haydn como dos pelucones inútiles; a Chopin como una señora nerviosísima y a Wagner como un presuntuoso ridículo.

Se la tenían jurada al Conservatorio y creían que al arte en general le faltaba vida, que volvía la espalda por cobardía, a la vida misma. Todos estos temas se desarrollaban, discutían y elaboraban en reuniones fraternas, en las que uno hacía escuchar a los otros la música propia, donde otro proponía melodías «nacionales» recogidas viajando y todos juntos trataban de armonizarlas en la forma más adecuada, más respetuosa y menos académica.

¡Malditos rojos de mierda!

Copio y pego, aunque seguro que muchos de vosotros lo habréis leído en el blog de Escolar, pero es que es tan… no sé cómo definirlo, si idiota, imbécil o estúpido. O los tres. Agarraos a las mancuernas:

Seguiré negandome a que los míos entren en clase de Ciudadanía, me niego a que adoctrinen a mis hijos, sólo la Ley de Dios que expresan con claridad nuestros obispos y la moral y ética de nuestra derecha que Rajoy y Aguirre quieren aplicar en nuestro país, asaltado por marxistas y ateos, que unidos con otros terroristas pretenden imponer unas creencias satánicas. El Supremo está vendido al poder rojo y masón, ocupemos el estado y demos ejemplo de nuestra valentía histórica.

(Un comentario anónimo en ABC.es a cuenta de la sentencia del Tribunal Supremo sobre ciudadanía)

Y yo pensaba que ya había oído de todo…