Cuando el cielo y la tierra unen sus fuerzas

Acabo de quedar fascinado con las espectaculares imágenes de la erupción del volcán Chaitén. Cito textualmente del blog Fogonazos:

El pasado 2 de mayo, el volcán Chaitén, en Chile, entró en erupción después de más de 400 años de inactividad. En pocos minutos, la nube de ceniza se hizo visible desde cientos de kilómetros y decenas de pueblos tuvieron que ser evacuados. Pocas horas después, en la madrugada del 2 al 3 de mayo, la zona se convirtió en un auténtico infierno. Por encima del volcán, una gigantesca nube negra dejaba entrever un impresionate aparato eléctrico, iluminando un paisaje que parecía sacado del Apocalipsis.

Al parecer, los relámpagos son producto de la propia erupción: los gases expulsados producen alteraciones en la atmósfera de forma que ésta se carga eléctricamente, desatando toda su furia. Debió de ser bonito de ver… desde lejos, eso sí.