Según los últimos sondeos, la cosa va así:
(Otra perla de GraphJam)
Seguro que todos conocéis la CNN, la cadena de noticias más importante de Estados Unidos. Pues bien, resulta que le ha salido una réplica en clave de humor: la CNNN. Chaser NoN-stop News Network es un show televisivo australiano que se dedica a parodiar las noticias de la cadena estadounidense.
Resulta que a la CNN, de un tiempo a esta parte, le preocupa mucho el tema de la homosexualidad, de si el gay nace o se hace. Están muy empeñados en encontrarle una solución, una «cura», y por ello, no paran de hablar con «expertos» en el tema, en su singular búsqueda del «gen homosexual».
Como os estaréis imaginando, la CNNN no dejó pasar la ocasión y realizó una estupenda parodia sobre el tema. Aquí la tenéis (un anónimo me pasó el vídeo, ¡gracias!):
El otro día publicábamos el enunciado de la Paradoja de Ellsberg, además de una encuesta para tantear qué opciones preferís (pinchad sobre el enlace anterior para recordar el enunciado). Cuando yo la leí me pareció bastante trivial, pero, cuando te pones a analizarla, te das cuenta de que tiene más miga de lo que pueda parecer en un primer momento. A continuación vamos a explicar en qué radica la paradoja.
Como era de esperar, la mayoría de vosotros —como yo, y como la mayor parte de la gente— ha «caído» en ella. Pongo «caer» entre comillas porque cuando te lo explican sigues queriendo esa opción. ¿Por qué? La razón es que rechazamos la incertidumbre y preferimos tomar riesgos conocidos: tener la situación controlada. Por eso escogemos las opciones A (sabemos que jugamos con 1/3 de probabilidad de ganar) y D (sabemos que jugamos con 2/3 de probabilidad de ganar). Sea cual sea la proporción de bolas amarillas y negras, nuestra probabilidad en ambos casos es inamovible. ¿Dónde está la paradoja? Para verlo hay que tomar otra referencia: fijaos en que escoger la opción A es como apostar a que hay más bolas negras que amarillas; sin embargo, escoger la D es como apostar a que hay más amarillas que negras. Visto así, son opciones contradictorias, porque las bolas son las mismas.
Jugar con este último punto de vista sería como tirar una moneda al aire, si sale cara apuesto a que hay más amarillas (y en consecuencia escojo las opciones B y D) y si sale cruz apuesto a que hay más negras (escojo las opciones A y C). Esta no es una manera muy inteligente de jugar, en mi opinión, porque si tienes suerte y aciertas en la elección juegas con una probabilidad media-alta, pero si no la tienes juegas con una probabilidad pequeña en ambos casos.
En cambio, cayendo en la paradoja (escogiendo A y D, o bien B y C), nos aseguramos de que al menos una de las apuestas será sobre probabilidad media-alta.
A y D sirven, como hemos comentado, para ir a asegurar y desechar la incertidumbre. B y C también son opciones muy interesantes que nos pueden dar probabilidades muy altas con un poco de suerte, sin embargo, sólo cuatro personas las hemos escogido. Conviene que cojáis un lápiz y un papel y penséis sobre esto último.
Es uno de los argumentos más manidos, más vacíos y más usados por los creyentes (en lo que sea) para atacar y desacreditar a la ciencia y al método científico: «los científicos también tienen fe en su método». Evidentemente esto es una burda trampa semántica. Todos nos damos cuenta de forma intuitiva de que no es la misma fe la del científico que la del creyente; o todos deberíamos darnos cuenta.
Kanijo, de Ciencia Kanija, lo ha explicado muy clara y brevemente, así que mejor transcribo sus palabras:
Respecto a la «fe», es simplemente un arma arrojadiza semántica que muchos «creyentes» (en lo que sea) gustan de usar.
Si vemos la definición de fe, observamos el truco:
3. f. Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.
4. f. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo.
Evidentente no es lo mismo un conjunto de creencias que la confianza. Un hijo puede tener fe en sus padres, y eso no implica ninguna creencia, sino confianza.
Un científico debe tener fe (confianza) en lo que hace, como cualquier otro trabajador, si no creemos nosotros mismos en lo que hacemos, ¿quién lo hará?
Sí, amiguitos, llega lo que todos estabais esperando con ansiedad, una nueva entrega de los Premios «Terrorista Ortográfico»; creados, patrocinados y entregados por el mismo que escribe estas líneas: el único e inigualable Talibán Ortográfico.
Los premios de esta edición van para colectivos más que para personas concretas, aunque ilustraremos debidamente cada uno de ellos con una perlita de la literatura castellana; si se tercia, con dos. Sin más dilación, vamos a hacernos eco(-eco-eco) de los galardones:
Como viene siendo habitual (bueno, habitual, habitual…), vamos a reproducir un extracto de las joyas que van soltando por ahí nuestros ganadores de hoy. El siguiente comentario fue escrito por un tal Marco en la presentación Apollo 11, ¿Alunizaje o alucinaje? Cuidado, que quema:
Lamentablemente no comparto. Es muy probable que en una espocision de colegio de primaria convenzas pero la verdad es mucho mas complicado y extenso. Investiga mas. Visita: ………………..
Marco.
Impresionante, qué dominio… Pero eso no es nada, amigos. Los hay mucho peores. Y otros de los que no quiero acordarme, ya no por las faltas, sino por el lenguaje churrigueresco-postmodernista que gastan para adornar un contenido inexistente.
Y, como no podía ser de otra manera, premio especial:
Hasta aquí la presente edición. Pronto (o no) volveremos a la carga. Hasta entonces, ya sabéis: ¡sed buenos!