¡Salvemos la ortografía!

Como dice la canción, corren tiempos perros para la ortografía. Poco a poco se van perdiendo las buenas costumbres en esto de la escritura. En Internet se nota especialmente: en los blogs (en los comentarios de los blogs, aunque también hay bloggers que…), en los foros, etc. En el mejor de los casos, es una pena, y en el peor, no se entiende ni jota de lo que escriben.

Algunos dicen que la culpa es de los mesemeses a móviles. Yo creo que no necesariamente. Particularmente, las críticas que a menudo se vierten sobre la escritura utilizada en los mensajes a móviles me parece una chorrada como un piano (de grande). Quien crea que las faltas de ortografía que se manejan a diario son por culpa de esto, es un necio absoluto. Todas las abreviaturas utilizadas que a veces, también es cierto, dan lugar a mensajes crípticos, son un mal necesario. Son muy pocos carácteres los incluídos en un mensaje como para andar escribiendo palabrejas endiabladamente (por ejemplo) largas. Y más teniendo en cuenta cómo nos roban a mano armada cada vez que enviamos uno: salen a unos 900 euros el Megabyte enviado (unos 6.000 mensajes). Casi nada. Si nos cobraran así el ADSL…

Otros dicen que la mensajería instantánea (Messenger y derivados) tienen buena culpa. También discrepo. Yo la utilizo con frecuencia y trato de no cometer faltas (y lo consigo). Si acaso, no gasto tiempo escribiendo mayúsculas, puntos, signos de exclamación e interrogación de apertura, etc. Esto también es un mal necesario, obviamente, puesto que el tiempo apremia en este tipo de servicios; pero la mayoría de la gente, no sólo no se preocupa por la ortografía, sino que también utiliza en muchos casos ese lenguaje críptico de los mensajes a móviles. En este caso, no existe ninguna justificación para esta práctica. ¿O sí? ¿Por qué se escribe así? La razón es que la mayoría de la gente no sabe escribir a máquina. Es más, muchísima gente utiliza el método del aguilucho (el nombre es mío), que consiste en sobrevolar el teclado con los dedos índices arqueados hasta que se encuentra la presa en forma de tecla; tras haberla localizado, el individuo se lanza en un rápido vuelo rasante y la pulsa (leed esto último imaginando la voz de Félix Rodríguez de la Fuente).

Lo que tengo muy claro es que la culpa no la tienen los servicios citados antes. Yo los utilizo y escribo mal por razones obvias ya descritas, pero lo hago sabiendo cómo se escribe bien. Y ese es el mayor problema: los que te dejan un comentario en el blog y no eres capaz de descifrar qué coño están diciendo escribirían mal con o sin móviles, con o sin mensajería instantánea; porque no saben que lo están haciendo mal y no se preocupan por ello. ¿Entonces cuál es el problema? La lectura, obviamente. La falta de lectura, más bien.

Y todo esto viene a colación de las barbaridades que veo por ahí diariamente, y también porque acabo de leer un artículo en Soitu.es que avisa de la paulatina desparición del punto y coma. ¡Ah, el punto y coma! Ese gran desconocido… ¿verdad? Un signo de puntuación tan poco utilizado que ya se teme su posible extinción. La verdad es que tiene un carácter más sutil y menos obvio que el punto o la coma. La RAE lo define como «una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto», y contempla tres casos posibles de aplicación:

  1. Para separar elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
  2. Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha empleado la coma.
  3. Delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, mas, aunque, sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc. cuando los periodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan.

Así que ya sabéis: leed libros y cuidad la ortografía, por un mejor entendimiento. ¡Salvemos la ortografía! Y, qué diablos, ¡salvemos el punto y coma!

Si habéis visitado alguna vez el blog Halón Disparado, habréis visto cómo, sobre el formulario para añadir comentarios a las anotaciones, se incluye la siguiente imagen:

Respeta la ortografía

Esperemos no tener que llegar a esos extremos por aquí… ;-)

¡Esa jamona!

Una clínica gaditana quita 30 euros del sueldo a las enfermeras que usan pantalón sanitario. ¡Y no es para menos! Encima de que las contratan, mujeres, débiles y torpes, por lo menos que enseñen las piernas, que hagan de reclamo publicitario. ¿Dónde se ha visto una enfermera sin liguero, cofia y escote? A ver si se van a pensar que pueden trabajar como los profesionales o que están ahí para ejercer la medicina…

Y hablando de machismos nauseabundos (a estas alturas). El nuevo anuncio de Orange que nos habla de Rocyo. No sé, quizás me esté volviendo hipersensible a este tipo de burradas, a veces pienso que llevo una antena capta-machadas que no me deja ver la televisión tranquila, pero… ¿nadie más nota la contradicción? El anuncio nos presentan a una chica dinámica, ¡divertida! moderna, guapa, que estudia, trabaja, hace senderismo ¡y es solidaria! (nótese el tono irónico de toda la descripción), para que luego nos cuente que las cualidades que busca en su novio es que esté bueno, sea simpático y ¡esté forrado! Sí señor, majeta, tú sí que sabes, no vaya a ser que luego te tengas que valer por ti misma. Como le aconsejaba Berlusconi a otra jamona parecida… a parasitar que son dos días.

Las claves de la censura en China

Muy interesante este artículo de Enrique Dans en el que analiza las claves de la censura en las comunicaciones en China. Podría pensarse que se debe a un gran despliegue tecnológico en aras de cortar, cerrar, vetar, todo tipo de contenidos indeseados para los líderes chinos. Pero no, son más listos que todo eso, para desgracia de los ciudadanos chinos.

Está más que demostrado que el firewall chino es más que eficiente, y probablemente si se basara en la tecnología únicamente, no lo sería tanto. En cierto modo, siguen la máxima de la seguridad por contraseña: esta seguridad no depende tanto de la calidad de la misma y el cifrado utilizado, sino de que para un atacante no resulte rentable romperla.

La sensación que tiene un extranjero, como nos cuenta eDans, es clara:

En mis estancias en China, mi experiencia como usuario hiperactivo de la red ha sido precisamente esa: ni los lugares bloqueados parecen realmente tantos, ni son tan difíciles de superar para acceder a sus contenidos. En la mayor parte de los casos, el uso de un simple proxy o una VPN (fácilmente disponibles y anunciadas en China por unos $40 al año), te permite acceder a lo que quieras en cada momento.

Entonces, ¿por qué es tan eficiente la censura china? ¿Cuáles son sus claves? Pasaré a resumirlas:

  1. El acceso a Internet es lento. China tiene muy pocos enlaces entrantes desde el exterior para muchísimos usuarios, y la infraestructura interna se colapsa con facilidad. Esto hace que la lentitud sea aceptada como parte del sistema, y que la conexión a Internet sea una tarea pesada.
  2. La monitorización es fácil, y además no requiere gran despliegue tecnológico. Esto es debido a la escasez de enlaces entrantes, como hemos señalado anteriormente. Cada uno de ellos está controlado por network sniffers, que son dispositivos que se encargan de analizar todo el tráfico que pasa por ellos: todo el tráfico que entra o sale de China.
  3. Nivel de cultura bajo: para la gran mayoría de los usuarios chinos, el exterior o el contenido escrito en idiomas diferentes simplemente no existe.
  4. Cuatro niveles de filtrado son los culpables de lo pesado que puede resultar navegar por la red. El primero consiste en bloqueo de DNS: cuando introducimos un nombre en el navegador (p. ej. www.cnn.com), un servidor de nombres nos devuelve la dirección IP de esa página para que podamos conectarnos. El bloqueo consiste en no devolverla. El segundo consiste en bloqueo de IP: si recibes la respuesta del DNS, pero la IP está en una lista negra, los routers intermedios cortan la conexión. El tercer nivel filtra términos a nivel de URL: si aparecen determinadas palabras en la dirección de un sitio, la conexión es redireccionada de forma circular, sin fin, apareciendo un error en el navegador. El último nivel filtra términos dentro de las páginas: si se encuentran determinadas palabras, se rompe esa conexión y se bloquea al usuario cada vez más tiempo si intenta de nuevo esa conexión.

En resumen, la censura china no es tecnológicamente efectiva, ya que si se quiere, se puede navegar por toda la red sin necesidad de conocimientos especiales. En cambio, se hace tan pesado y dificultoso acceder al exterior que, simplemente, los chinos no quieren hacerlo. Se limitan a los contenidos interiores, fácilmente censurables: las propias ISP’s lo realizan ante el miedo a la actuación del gobierno.

Un dolor de huevos

La Iglesia Católica vuelve a invadir las calles de nuestras ciudades un año más. Con sus túnicas, sus sombreros ridículos y sus riñones sufriendo bajo las pesadas imágenes de sus santos, invaden espacios públicos durante una semana entera con total impunidad.

El resto de ciudadanos estamos obligados a aguantar sus molestos ritos. Como advierten en Escolar.net, ninguna otra organización social, política o religiosa en este país recibe tantas facilidades para celebrar sus actos de proselitismo y propaganda: ni siquiera al Real Madrid se le corta el tráfico durante una semana para que celebre sus triunfos. Un dolor de huevos es lo que son.

Aunque quizás me haya pasado un poco con esto último, sobre todo tras haber leído esta noticia. Ahora expresiones como «eres como un dolor de huevos» toman un cariz inquietante.

Mientras tanto, la actualidad no descansa (ni el pasado). Así, desde Mi Mesa Cojea aportan nuevos datos sobre la muerte de Jesucristo.