La realidad a veces supera a la ficción

Acabo de leer la siguiente descripción de la reunión entre Rajoy, Aguirre, Acebes y Gallardón en EL PAÍS. No andaba tan lejos mi caricatura de la realidad como podría haberse pensado. Definitivamente, no creo que a Gallardón le queden muchas más alternativas que abandonar el Partido Popular. ¿Fundar quizás una nueva fuerza política?, ¿una derecha más moderada, menos casposa? En España haría buena falta…

Pobrecito Galla…

Gallardón no irá en las listas del Partido Popular por Madrid. Anoche, tras una reunión con la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el Secretario General del Partido, Ángel Acebes y como no, el protagonista de la noticia, Alberto Ruiz-Gallardón, Rajoy comunicó públicamente que el alcalde no ocupará un lugar en las listas al Congreso del Partido Popular.

Ante esta noticia, y sobre todo (según mi parecer), ante el modo de hacerla pública, fuentes cercanas al alcalde revelan su posible abandono de la política. Triste noticia para la política que se queda abandonada en su flanco derecho en manos de (y aquí salen de la pantalla murciélagos negros y demás atrezzo): Ángel Acebes (trueno), Eduardo Zaplana (doble trueno) y… Esperanza Aguirre (la presentación culmina en este punto con más tormenta y un chillido femenino).

Pero personalmente y de forma políticamente incorrecta, me alegro un poquitito. Llamadme electoralista, pero creo que la noticia no puede sino favorecer al Partido Socialista con vistas al 9 de Marzo: Mariano Rajoy ha apostado por la derecha de su partido, esto es, por la extrema derecha. De cara a las elecciones, nada puede ser menos inteligente. Y me explico pues pienso que esta idea puede ser interesante: En España la grandísima mayoría de la gente no varía su voto, independientemente de la acción de los partidos políticos. Esto es, la gente que vota al PSOE (por no hablar de otros partidos que están aún más a la izquierda), se cortaría los dedos antes de coger una papeleta del PP y viceversa. Y cuando digo gran mayoría, estoy hablando de, como mínimo, un 80% de las papeletas que llegan a las urnas. Esto implica que cada cuatro años, la inclinación de las elecciones en un sentido y otro queda definida por el pequeñísimo porcentaje de votos de gente indecisa, vamos a decirlo de una vez, votos de gente “de centro” que duda si depositar su confianza en el PSOE o el PP. Cualquiera de los dos partidos mayoritarios que quiera ganar las elecciones, debe perseguir precisamente, estos jugosos votos y situarse lo más próximo al otro que pueda. En el caso del PSOE, la cosa se pone algo más difícil, porque si presenta un candidato demasiado moderado, demasiado cercano a la derecha (como pudiera ser Pepe Bono, por ejemplo), su electorado más radical podría decantarse por votar a Izquierda Unida o, como viene siendo tristemente habitual entre la izquierda, por abstenerse de votar siquiera. Pero en cualquier caso, las coaliciones con IU y con partidos nacionalistas de izquierdas no han supuesto ningún problema para los socialistas hasta ahora y la abstención intelectual y pesimista que está tan (de nuevo tristemente) de moda es difícil de combatir. En el caso del Partido Popular, la cosa está más clara todavía si cabe. El sector más radical del Partido, los seguidores de Esperanza Aguirre y compañía, votarán al PP sí o sí. Pero la gente que estaría dispuesta llegado el caso a votar a Zapatero, simpatiza más con Gallardón, un político moderado, más “centrista” dentro del PP, que con Acebes y Doña Espe. Por todo ello, creo que la “expulsión” de Gallardón de las listas ha sido un claro error táctico por parte del PP y espero que así se revele el próximo mes de Marzo. Esta mañana, viendo “Los desayunos de TVE”, en un debate con Ana Pastor, Jesús Caldera lo tenía muy claro, el asunto al Partido Socialista “viene muy bien”. Y tanto…

En cualquier caso la escena debió de ser épica, y si no os importa, voy a caricaturizar mi visión del encuentro. Rajoy se reúne con Acebes, Esperanza y Gallardón para hablar del posible lugar de este último en las listas populares al Congreso. Hace meses el alcalde había manifestado públicamente su intención de estar en esas listas, es un político capaz y valorado que ha ganado ampliamente contra sus oponentes políticos en distintas elecciones: Alberto confía en sus posibilidades. Entra en la sala y se encuentra a su rival declarada dentro del partido y a su amigo Acebes ¡Oops! Pero no se viene abajo. Comienza la discusión (que según he oído decir, llegó a ser acalorada). Tito Mariano, intenta poner orden, pero los críos se le suben a la chepa. “Pues yo quiero ser congresista” “¡Pues yo también! Si Alberto juega con los chicos mayores yo también quiero ¡Mío, mío y mío!”. A todo esto, Acebes tomando nota y frotándole la espalda a Espe con una medio sonrisa en la comisura de la boca. La gata se pone de uñas, amenaza con dimitir y… ya se sabe, Aguirre es de las de rancio abolengo, tiene cierto “estatus” dentro del partido. Así que Rajoy lo tiene claro, son dos contra uno y cede al chantaje, demostrando por otra parte, su falta de liderazgo. Así que a Gallardón, al único político dentro del PP que hasta ahora se había desmarcado públicamente de las posturas extremistas dentro de su partido (véase, la conspiranoia del 11-M), al único político con una voz clara, potente y personal entre los populares, al que más respeto merece al menos por mi parte, le dan la patada en el culo. Cuando apenas faltan dos días para que se hagan públicas las listas al Congreso del PP y debido al chantaje de una sección interna del partido que le es adversa. Nada más humillante para el alcalde. Por eso tampoco me extraña que posiblemente decida retirarse de la política. Por otra parte, el mismo Gallardón llegó a decir en su momento que no permanecería más de dos legislaturas al frente de la alcaldía de Madrid, con lo que si la puerta a la política nacional le es vetada… no es que le queden muchas más alternativas.

Otro tema preocupante es que si Gallardón se retira, la nueva alcaldesa sería (el mismo decorado de peli de terror)…: ¡Ana Botella! Personalmente no puedo dejar de visualizar a la esposa de Aznar con la pamela de dos metros que llevó a la boda de su hija. Me la imagino en el balcón de la calle Génova repartiendo peras y manzanas con los labios obscenamente pintados de rosa chicle. Otra caricatura, lo sé. No soy objetiva ni lo intento, está claro que la idea me aterra. Pero por otra parte… se me escapa una nueva sonrisilla políticamente incorrecta y terriblemente electoralista (prometo expiar luego todos estos pensamientos) porque creo firmemente que la gente de Madrid no le votará a ella como alcaldesa en las próximas elecciones locales. ¿Quién sabe? ¿Gobernará el PSOE en Madrid dentro de 3 años? Aún quedamos algunos ilusos…

El himno quedará sin letra

Por el momento al menos, ya que el COE ha decidido retirar la letra que estos días ha ido pululando por los medios. La razón principal, según dicen, es la «falta de consenso». Aunque, más bien, lo único que ha habido es consenso, pero en contra.

Las numerosas críticas realizadas por deportistas, políticos, etc., han hecho reflexionar al COE y han decidido finalmente suspender la gala de presentación y no llevar la letra al Congreso.

El presidente de dicho organismo considera que la filtración de la letra a los medios de comunicación ha perjudicado mucho, y que la acogida habría sido otra de haber sido presentada por Plácido Domingo.

Sin duda alguna, la carcajada habría sido sonora.

La SGAE paralizó un informe que hubiera abaratado el canon

Recogen en COMFIA:

Las entidades de gestión de derechos de autor SGAE y Egeda han paralizado desde el pasado mes de marzo la entrega a la Fiscalía de un informe que, de haberse hecho público, hubiera podido suponer una reducción de la recaudación que se obtiene gracias a la figura del canon digital.

Es decir, encargaron un informe al prestigioso bufete Bercovitz-Carvajal con el objetivo de rebatir una circular de la Fiscalía General del Estado en la que se recomendaba no perseguir penalmente a quienes descargan contenidos protegidos por derechos de autor a través de programas P2P. Después, se ve que en el informe no cuadraban las cifras como ellos querían, ya que las pérdidas derivadas de la utilización de estos programas resultaron menores de lo que esperaban. Así que impidieron que se entregase a la fiscalía, un hecho que podría haber supuesto un abaratamiento del canon ya aprobado.