Anders Wejryd, arzobispo de la iglesia de la localidad sueca de Strängnäs, ha renunciado a su cargo tras infestar de virus los ordenadores de su parroquia por meterse en páginas porno. En momentos así, a estos personajes les sale la vena realista y confiesan: «también somos personas». Y las personas disfrutamos del sexo, a dios gracias… o a quien sea. Pero entonces a qué viene tanta hipocresía, a santo de qué seguir educando a los adolescentes en la represión y la insalud sexual, por qué seguir vetando los preservativos, predicando la castidad… Más bien, el propio arzobispo debería extraer la moraleja de su propia historia y darle un enfoque más constructivo: sexo seguro en la red y fuera de ella. Navegar sin antivirus no es ni la mitad de peligroso que putonear sin preservativos.
Categoría: Humor
Si parece serio y está aquí, se llama IRONÍA.
Reseña literaria
Este libro no funciona. He probado el método ese de «rezar» para conseguir que me mandaran un nuevo Porsche 996, pero ha sido en vano. En las instrucciones no pone nada de no desear coches deportivos alemanes, pero intenté rezar por otras cosas menos ambiciosas. Desistí cuando ni siquiera me proporcionó un Big Mac. En la primera parte hay un fragmento sobre gente cruzando el desierto que es alimentada con maná del cielo, así que cualquiera pensaría que podría traerme al menos una hamburguesa.
Estoy decepcionado y me pondré en contacto con el editor. Mientras tanto no puedo recomendar este libro, dado que es claramente defectuoso.
(La podéis encontrar en Amazon)
Accidentes televisivos
Luego se quejará Rajoy de que lo llamen payaso…
Pinchad sobre la imagen para ver más pifias. No tienen desperdicio.
Si buscas «ecologista» en el diccionario…
«Poco tienen que ver con la ciencia buena parte de los apocalípticos climáticos. Lo suyo es otra cosa se parece más bien a una nueva religión que condena a la hoguera en la plaza pública aquellos que osen poner en cuestión sus tesis.»
José María Aznar, otro primo de Rajoy durante la presentación del libro Planeta azul (no verde) de Vaclav Klaus. Existen embaucadores, verdaderos canallas de la palabra, tan capaces de declarar una guerra en nombre de la paz, como de oponerse a luchar contra el cambio climático en pro del ecologismo.
Sin embargo, Aznar no es el único que piensa que el planeta debe esperar mientras encontramos la forma de seguir explotándolo crecientemente. Ante este curioso orden de prioridades, cómo no acordarse de aquella escena de «Una verdad incómoda» —sí, esa película de Al Gore de la que salió todo el cuento del calentamiento global— en que el planeta pendía de uno de los brazos de una balanza, frente al otro cargado de dinero.
Citas célebres de clérigos humoristas (2)
No tenía pensado convertir esto en una saga, pero cada día más curas, imanes y demás nos deleitan con su extraño sentido del humor. Aquí va otra recopilación de sus mejores momentos.
«Debería ser obligatorio que los homosexuales llevaran tatuada en su espalda la siguiente advertencia: la sodomía puede dañar seriamente su salud, o la felación mata».
Reverendo Mullen, en ¿Te imaginas que las cajetillas de tabaco fuesen personas? o No hay nada más embarazoso que apalear a alguien que luego resulta no ser gay.
«En Europa, Dios ha sido expulsado de la vida pública».
Benedicto XVI, Papa, en Las procesiones de Semana Santa tienen su punto.
«Hay quien, habiendo decidido que Dios ha muerto se declara dios a sí mismo, considerándose el único artífice del propio destino (…) Desembarazándose de Dios, (el hombre) cree que puede hacer lo que quiera y puede proponerse a sí mismo como la única medida del propio actuar», se convierte en propietario absoluto «de sí mismo».
De nuevo Benedicto en ¿Por qué quedará gente religiosa a estas alturas?.
«El Estado moderno, en su versión laicista radical, desembocó en el siglo XX en las formas totalitarias del comunismo soviético y del nacional-socialismo».
Antonio María Rouco Varela, Cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Española, en ¿Qué tendrán que ver los cojones con comer trigo?.
Pío XII «actuó a menudo de forma secreta y silenciosa porque, a la luz de las circunstancias de aquel complejo momento histórico, intuyó que sólo así podría evitar lo peor y salvar el mayor número posible de judíos».
Benedicto en ¡Y dices que los nazis estaban matando judíos!.
«Se ha desneutralizado el contrato matrimonial, eliminando la diferencia sexual de los contrayentes como elemento esencial (…) Las palabras ‘esposo’ y ‘esposa’ han sido sustituidas por el concepto genérico de ‘cónyuge’. De este modo, el ser esposo o esposa ha dejado de ser una realidad reconocida y protegida por la ley, como si lo que está en juego con esas palabras fuera una opción privada de algunos y no un bien público».
Otra joya de Rouco, Ironías sobre la visión católica del matrimonio. En la misma, achaca la baja natalidad española a una «crisis del amor»: si no es a pelo es que no hay cariño, explica el Cardenal.